Lola Yáñez era una clásica chica de Mar del Plata.
Surfeaba y andaba en skate en sus ratos libres.
Había terminado el secundario y empezó a trabajar en un local de comidas rápidas del centro de La Feliz.
Como toda marplatense odiaba cuando en el verano su ciudad se colmaba de turistas.
Prefería los otoños o primaveras para recorrerla con su patineta y hacer piruetas sobre las ramblas del centro..