Las prioridades de la política, disociadas del ciudadano común
Inflación, incertidumbre respecto del futuro de la economía, inseguridad y bajos salarios constituyen las principales preocupaciones de los argentinos. Predomina un clima de escepticismo, desesperanza, angustia y frustración frente a la ausencia de perspectivas respecto de una salida realista de la actual crisis. Dos tercios de los habitantes de este país se ven peor que hace un año y un porcentaje similar considera que su situación se agudizará en los próximos doce meses. Ni el gobierno ni, curiosamente, las principales fuerzas de oposición estarían dando cuenta de estas demandas insatisfechas de la ciudadanía. La política se mira al ombligo, avanza con reformas que solamente les importan a algunos de sus integrantes y se aleja, peligrosamente, de una sociedad que ya le está pasando factura: según un sondeo reciente de D’Alessio IROL-Berensztein, apenas el 36% de los argentinos está conforme con esta experiencia democrática que el año próximo cumplirá cuatro décadas.