El Arzobispo Carlo Maria Viganò Acusado de Herejía por el Papa …
El arzobispo Carlo Maria Viganò acusado de herejía por el Papa Francisco es conocido en la curia y en los ambientes católicos por ser extremadamente riguroso, intransigente y poco orientado al diálogo, pero de probada rectitud. Nacido en 1941 en una adinerada y muy católica familia de empresarios de Como, ya estuvo en el centro de polémicas en tiempos de Benedicto XVI, cuando durante el escándalo de Vatileaks salieron a la luz algunas de sus cartas en las que acusaba al entonces secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, de fomentar un clima de corrupción más allá del Tíber, lo que luego llevó al escándalo y al juicio vaticano que también involucró al Bambino Gesù. Su gestión en el Gobernatorato, mediante procedimientos contables centralizados y la verificabilidad de los costos, logró sanear un déficit significativo, alcanzando un saldo positivo. En ese período, el Papa Ratzinger, para intentar calmar las aguas internas, se vio obligado a promoverlo de la secretaría del Gobernatorato a la prestigiosa nunciatura de Washington, donde comenzó a recopilar información sobre los abusos del ex cardenal progresista McCarrick, quien luego fue reducido al estado laical por el Papa Francisco cuando se comprobó (tardíamente) que cometió abusos contra menores. El obispo rebelde Viganò furioso por la bendición a las parejas gays, las frases chocantes contra el Papa La carrera Una vez en Estados Unidos, Viganò comenzó a adoptar una línea de fuerte oposición con varios obispos ultraliberales y, paralelamente, a cuestionar al Papa por favorecerlos. En ese período inició una predicación crítica, avalando luego la tesis del Gran Reinicio, describiendo una Iglesia cada vez más alejada de la fidelidad al Magisterio y sumisa al poder. También escribió una carta al presidente Trump llena de elogios, pintándolo como un baluarte contra la llegada de las tinieblas. La pandemia que mientras tanto había golpeado al planeta, para el arzobispo era como un castigo inminente de Dios. Los malintencionados afirman que la acrimonia acumulada hacia el Papa Francisco se debía en parte a un apartamento en la curia que le correspondía por derecho, pero que le fue retirado sin demasiadas ceremonias, con la prohibición de poner un pie en él. Vaticano, ¿qué pasó con el lobby gay? El sociólogo Martell revela los (graciosos) apodos de los cardenales: «La Mongolfiera, Platinette, La Reina» En 2018 tuvo sus primeros problemas y fue condenado por un tribunal italiano a pagar a uno de sus hermanos, don Lorenzo Viganò, sacerdote discapacitado, una indemnización de casi dos millones de euros, además de los intereses legales y los gastos judiciales, por haber gestionado en solitario los ingresos de los bienes inmuebles heredados de su padre. Las diatribas contra el pontífice no se detuvieron hasta el epílogo final. Viganò también pidió públicamente la dimisión del Papa por herejía, porque según él se había alejado del magisterio, y paralelamente afirmó que el Concilio Vaticano II había contaminado la Iglesia. En julio de 2023, Viganò fundó la asociación Exsurge Domine para brindar apoyo al clero, a los laicos y a los religiosos suspendidos o sancionados por la jerarquía católica debido a sus posiciones tradicionalistas. También abrió un seminario católico tradicionalista llamado Collegium Traditionis en Viterbo con la intención de seguir el ejemplo del arzobispo cismático Marcel Lefebvre, quien fundó el Seminario de Écône en oposición al Concilio Vaticano II. En enero de 2024, Viganò incluso se hizo re-consagrar obispo por el obispo excomulgado Richard Williamson, ex miembro de la Fraternidad San Pío X y negacionista del Holocausto. La noticia nunca fue desmentida. Era el comienzo de 'su' cisma.