El todavía primer ministro ha visto en los últimos años caer su popularidad y había recibido presiones de dentro y fuera de su partido para que se hiciera a un lado.
"El país se merece una decisión real" en las elecciones de este año, dijo Trudeau, que, pese a describirse como "un luchador", señaló que las diferencias internas en torno a su liderazgo impiden que sea el candidato liberal en las próximas elecciones.
Para él, su renuncia supone una oportunidad de rebajar la temperatura política en el país, según dijo.
Trudeau lamentó que el Parlamento canadiense haya estado meses paralizado por "la obstrucción" y una "total falta de productividad en los últimos meses".
Indicó que ha llegado el momento de "un reinicio" en la política canadiense y de "reducir el nivel de polarización" que se ha instalado en ella últimamente.
Trudeau tuvo una mención especial para su aliada de mucho tiempo, Chrystia Freeland, que a mediados de diciembre renunció de forma repentina y puso más presión sobre el liderazgo del primer ministro.
"No soy alguien que tenga la costumbre de compartir conversaciones privadas", señaló Trudeau sobre lo que pasó con Freeland, pero reconoció que habçia esperado que ella continuara como ministra de Finanzas y viceprimera ministra
Con la decisión del primer ministro canadiense, el Parlamento será prorrogado hasta el 24 de marzo, lo que permitirá que el gobernante Partido Liberal evite una moción de censura y pueda elegir un sustituto a Trudeau.
"Nada ha cambiado", dice la oposición
El líder conservador Pierre Poilievre emitió un comunicado en reacción al anuncio de dimisión de Trudeau, afirmando que "nada ha cambiado".
"Todos los diputados liberales y contendientes por el liderazgo apoyaron TODO lo que hizo Trudeau durante 9 años, y ahora quieren engañar a los votantes cambiando otra cara liberal para seguir estafando a los canadienses durante otros 4 años, igual que Justin", escribió Poilievre en X.
"La única manera de arreglar lo que rompieron los liberales es una elección de impuesto al carbono para elegir conservadores con sentido común que hagan realidad la promesa de Canadá", continúa.
Canadá tiene un sistema de fijación de precios del carbono destinado a ayudar a combatir el cambio climático, que a veces se denomina "impuesto al carbono".
Los conservadores dicen que ha hecho subir los precios de los productos cotidianos y piden una votación al respecto.
En un video adjunto a la publicación, Poilievre critica lo que llama "el gasto, la deuda y la inmigración fuera de control" de Trudeau y dice que todos los parlamentarios liberales lo apoyaron.
Como recordatorio, Trudeau afirmó durante su discurso que la visión de Pierre Poilievre "no es la adecuada para los canadienses".
Trudeau, quien fuera la cara nueva de su partido, se convirtió en un lastre
Desde hace varios meses, la pregunta que ronda al primer ministro, Justin Trudeau, al enfrentarse a un electorado frustrado, a un rival político que va ganando posiciones en las encuestas y, lo más importante, a un rechazo cada vez mayor de los votantes, es la de: "¿va a renunciar?".
Hasta el momento, siempre se había mantenido firme, prometiendo que él sería quien lideraría al partido en las próximas elecciones.
Pero la sorprendente renuncia de su vicepresidenta clave, la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, a mediados de diciembre, resultó ser la ficha de dominó que desencadenó el anuncio de este lunes.
Trudeau llegó al poder hace casi una década, siendo presentado como la cara nueva de la política progresista
En 2015, influenciados por su carisma juvenil y un mensaje político esperanzador, los votantes catapultaron a los liberales de un partido que estaba en tercer lugar hacia una mayoría, algo sin precedentes en la historia política canadiense.
Sigue siendo el único líder que quedó en pie entre sus pares cuando asumió el cargo, desde Barack Obama hasta Angela Merkel, Shinzo Abe y David Cameron, y actualmente es el líder con más años en el cargo en el G7.
Pero, en los años transcurridos desde entonces, y a lo largo de dos elecciones generales, Trudeau y su marca se han convertido en un lastre para la suerte del partido.
Una serie de escándalos éticos iniciales comenzaron a quitarle brillo al nuevo gobierno. Se descubrió que había violado las normas federales de conflicto de intereses en el manejo de una investigación de corrupción (el caso SNC-Lavalin) y por viajes de lujo a las Bahamas.
En 2020, se enfrentó al escrutinio por elegir una organización benéfica con vínculos con su familia para administrar un importante programa gubernamental.
Más recientemente, Trudeau enfrentó vientos en contra por el costo de vida y la inflación, los cuales han contribuido a sorpresas electorales de líderes en el cargo en todo el mundo.
Y, después de más de nueve años en el poder, es uno de los primeros ministros de Canadá con más años en el cargo, y hay una sensación general de fatiga y frustración con su gobierno.
Al final, la presión de sus propios parlamentarios, quienes durante las vacaciones dejaron claro que ya no apoyaban su liderazgo, hizo que permanecer en el cargo fuera casi imposible.
La salida de escena de Trudeau abre una etapa de incertidumbre en Canadá, que este año tendrá que decidir qué rumbo tomar en las elecciones federales.
Trudeau ha permanecido casi una década en el poder, un largo periodo en el que se ha distinguido en la escena mundial como defensor de la moderación y las políticas liberales en unos años en los que en otros países triunfaban candidatos de orientación derechista y línea dura, como Donald Trump en Estados Unidos.
Pero en los últimos años su popularidad había caído entre un sector de la población irritado por el aumento del costo de la vida y contraria a la política migratoria amable que el país ha mantenido durante años.
El descenso de la popularidad de Trudeau llevó a que sus críticos dentro y fuera de su partido le reclamaran que dejara paso a un nuevo líder.
El Partido Liberal deberá ahora elegir uno que tendrá la dificil misión de buscar la victoria en unas elecciones en las que, según las encuestas, los liberales parten con desventaja frente a la oposición conservadora.
Chrystia Freeland, ex viceprimera ministra; Mark Carney, expresidente del Banco Central; o la actual ministra de Transportes, Anita Anand, son algunos de los nombres que se manejan.
">El todavía primer ministro ha visto en los últimos años caer su popularidad y había recibido presiones de dentro y fuera de su partido para que se hiciera a un lado.
"El país se merece una decisión real" en las elecciones de este año, dijo Trudeau, que, pese a describirse como "un luchador", señaló que las diferencias internas en torno a su liderazgo impiden que sea el candidato liberal en las próximas elecciones.
Para él, su renuncia supone una oportunidad de rebajar la temperatura política en el país, según dijo.
Trudeau lamentó que el Parlamento canadiense haya estado meses paralizado por "la obstrucción" y una "total falta de productividad en los últimos meses".
Indicó que ha llegado el momento de "un reinicio" en la política canadiense y de "reducir el nivel de polarización" que se ha instalado en ella últimamente.
Trudeau tuvo una mención especial para su aliada de mucho tiempo, Chrystia Freeland, que a mediados de diciembre renunció de forma repentina y puso más presión sobre el liderazgo del primer ministro.
"No soy alguien que tenga la costumbre de compartir conversaciones privadas", señaló Trudeau sobre lo que pasó con Freeland, pero reconoció que habçia esperado que ella continuara como ministra de Finanzas y viceprimera ministra
Con la decisión del primer ministro canadiense, el Parlamento será prorrogado hasta el 24 de marzo, lo que permitirá que el gobernante Partido Liberal evite una moción de censura y pueda elegir un sustituto a Trudeau.
"Nada ha cambiado", dice la oposición
El líder conservador Pierre Poilievre emitió un comunicado en reacción al anuncio de dimisión de Trudeau, afirmando que "nada ha cambiado".
"Todos los diputados liberales y contendientes por el liderazgo apoyaron TODO lo que hizo Trudeau durante 9 años, y ahora quieren engañar a los votantes cambiando otra cara liberal para seguir estafando a los canadienses durante otros 4 años, igual que Justin", escribió Poilievre en X.
"La única manera de arreglar lo que rompieron los liberales es una elección de impuesto al carbono para elegir conservadores con sentido común que hagan realidad la promesa de Canadá", continúa.
Canadá tiene un sistema de fijación de precios del carbono destinado a ayudar a combatir el cambio climático, que a veces se denomina "impuesto al carbono".
Los conservadores dicen que ha hecho subir los precios de los productos cotidianos y piden una votación al respecto.
En un video adjunto a la publicación, Poilievre critica lo que llama "el gasto, la deuda y la inmigración fuera de control" de Trudeau y dice que todos los parlamentarios liberales lo apoyaron.
Como recordatorio, Trudeau afirmó durante su discurso que la visión de Pierre Poilievre "no es la adecuada para los canadienses".
Trudeau, quien fuera la cara nueva de su partido, se convirtió en un lastre
Desde hace varios meses, la pregunta que ronda al primer ministro, Justin Trudeau, al enfrentarse a un electorado frustrado, a un rival político que va ganando posiciones en las encuestas y, lo más importante, a un rechazo cada vez mayor de los votantes, es la de: "¿va a renunciar?".
Hasta el momento, siempre se había mantenido firme, prometiendo que él sería quien lideraría al partido en las próximas elecciones.
Pero la sorprendente renuncia de su vicepresidenta clave, la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, a mediados de diciembre, resultó ser la ficha de dominó que desencadenó el anuncio de este lunes.
Trudeau llegó al poder hace casi una década, siendo presentado como la cara nueva de la política progresista
En 2015, influenciados por su carisma juvenil y un mensaje político esperanzador, los votantes catapultaron a los liberales de un partido que estaba en tercer lugar hacia una mayoría, algo sin precedentes en la historia política canadiense.
Sigue siendo el único líder que quedó en pie entre sus pares cuando asumió el cargo, desde Barack Obama hasta Angela Merkel, Shinzo Abe y David Cameron, y actualmente es el líder con más años en el cargo en el G7.
Pero, en los años transcurridos desde entonces, y a lo largo de dos elecciones generales, Trudeau y su marca se han convertido en un lastre para la suerte del partido.
Una serie de escándalos éticos iniciales comenzaron a quitarle brillo al nuevo gobierno. Se descubrió que había violado las normas federales de conflicto de intereses en el manejo de una investigación de corrupción (el caso SNC-Lavalin) y por viajes de lujo a las Bahamas.
En 2020, se enfrentó al escrutinio por elegir una organización benéfica con vínculos con su familia para administrar un importante programa gubernamental.
Más recientemente, Trudeau enfrentó vientos en contra por el costo de vida y la inflación, los cuales han contribuido a sorpresas electorales de líderes en el cargo en todo el mundo.
Y, después de más de nueve años en el poder, es uno de los primeros ministros de Canadá con más años en el cargo, y hay una sensación general de fatiga y frustración con su gobierno.
Al final, la presión de sus propios parlamentarios, quienes durante las vacaciones dejaron claro que ya no apoyaban su liderazgo, hizo que permanecer en el cargo fuera casi imposible.
La salida de escena de Trudeau abre una etapa de incertidumbre en Canadá, que este año tendrá que decidir qué rumbo tomar en las elecciones federales.
Trudeau ha permanecido casi una década en el poder, un largo periodo en el que se ha distinguido en la escena mundial como defensor de la moderación y las políticas liberales en unos años en los que en otros países triunfaban candidatos de orientación derechista y línea dura, como Donald Trump en Estados Unidos.
Pero en los últimos años su popularidad había caído entre un sector de la población irritado por el aumento del costo de la vida y contraria a la política migratoria amable que el país ha mantenido durante años.
El descenso de la popularidad de Trudeau llevó a que sus críticos dentro y fuera de su partido le reclamaran que dejara paso a un nuevo líder.
El Partido Liberal deberá ahora elegir uno que tendrá la dificil misión de buscar la victoria en unas elecciones en las que, según las encuestas, los liberales parten con desventaja frente a la oposición conservadora.
Chrystia Freeland, ex viceprimera ministra; Mark Carney, expresidente del Banco Central; o la actual ministra de Transportes, Anita Anand, son algunos de los nombres que se manejan.
">Canadá a 06 de enero de 2025.- El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes su renuncia al cargo, en el que ha permanecido desde 2015.
En una rueda de prensa en Ottawa, Trudeau comunicó su renuncia al liderazgo del gobernante Partido Liberal y dijo que se mantendrá como jefe del gobierno hasta que su partido elija un nuevo líder.
Trudeau explicó que, después de conversar con su familia, llegó a la conclusión de que si tiene que luchar en "batallas internas", no es el mejor candidato para las elecciones que Canadá celebrará este año.
El todavía primer ministro ha visto en los últimos años caer su popularidad y había recibido presiones de dentro y fuera de su partido para que se hiciera a un lado.
"El país se merece una decisión real" en las elecciones de este año, dijo Trudeau, que, pese a describirse como "un luchador", señaló que las diferencias internas en torno a su liderazgo impiden que sea el candidato liberal en las próximas elecciones.
Para él, su renuncia supone una oportunidad de rebajar la temperatura política en el país, según dijo.
Trudeau lamentó que el Parlamento canadiense haya estado meses paralizado por "la obstrucción" y una "total falta de productividad en los últimos meses".
Indicó que ha llegado el momento de "un reinicio" en la política canadiense y de "reducir el nivel de polarización" que se ha instalado en ella últimamente.
Trudeau tuvo una mención especial para su aliada de mucho tiempo, Chrystia Freeland, que a mediados de diciembre renunció de forma repentina y puso más presión sobre el liderazgo del primer ministro.
"No soy alguien que tenga la costumbre de compartir conversaciones privadas", señaló Trudeau sobre lo que pasó con Freeland, pero reconoció que habçia esperado que ella continuara como ministra de Finanzas y viceprimera ministra
Con la decisión del primer ministro canadiense, el Parlamento será prorrogado hasta el 24 de marzo, lo que permitirá que el gobernante Partido Liberal evite una moción de censura y pueda elegir un sustituto a Trudeau.
"Nada ha cambiado", dice la oposición
El líder conservador Pierre Poilievre emitió un comunicado en reacción al anuncio de dimisión de Trudeau, afirmando que "nada ha cambiado".
"Todos los diputados liberales y contendientes por el liderazgo apoyaron TODO lo que hizo Trudeau durante 9 años, y ahora quieren engañar a los votantes cambiando otra cara liberal para seguir estafando a los canadienses durante otros 4 años, igual que Justin", escribió Poilievre en X.
"La única manera de arreglar lo que rompieron los liberales es una elección de impuesto al carbono para elegir conservadores con sentido común que hagan realidad la promesa de Canadá", continúa.
Canadá tiene un sistema de fijación de precios del carbono destinado a ayudar a combatir el cambio climático, que a veces se denomina "impuesto al carbono".
Los conservadores dicen que ha hecho subir los precios de los productos cotidianos y piden una votación al respecto.
En un video adjunto a la publicación, Poilievre critica lo que llama "el gasto, la deuda y la inmigración fuera de control" de Trudeau y dice que todos los parlamentarios liberales lo apoyaron.
Como recordatorio, Trudeau afirmó durante su discurso que la visión de Pierre Poilievre "no es la adecuada para los canadienses".
Trudeau, quien fuera la cara nueva de su partido, se convirtió en un lastre
Desde hace varios meses, la pregunta que ronda al primer ministro, Justin Trudeau, al enfrentarse a un electorado frustrado, a un rival político que va ganando posiciones en las encuestas y, lo más importante, a un rechazo cada vez mayor de los votantes, es la de: "¿va a renunciar?".
Hasta el momento, siempre se había mantenido firme, prometiendo que él sería quien lideraría al partido en las próximas elecciones.
Pero la sorprendente renuncia de su vicepresidenta clave, la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, a mediados de diciembre, resultó ser la ficha de dominó que desencadenó el anuncio de este lunes.
Trudeau llegó al poder hace casi una década, siendo presentado como la cara nueva de la política progresista
En 2015, influenciados por su carisma juvenil y un mensaje político esperanzador, los votantes catapultaron a los liberales de un partido que estaba en tercer lugar hacia una mayoría, algo sin precedentes en la historia política canadiense.
Sigue siendo el único líder que quedó en pie entre sus pares cuando asumió el cargo, desde Barack Obama hasta Angela Merkel, Shinzo Abe y David Cameron, y actualmente es el líder con más años en el cargo en el G7.
Pero, en los años transcurridos desde entonces, y a lo largo de dos elecciones generales, Trudeau y su marca se han convertido en un lastre para la suerte del partido.
Una serie de escándalos éticos iniciales comenzaron a quitarle brillo al nuevo gobierno. Se descubrió que había violado las normas federales de conflicto de intereses en el manejo de una investigación de corrupción (el caso SNC-Lavalin) y por viajes de lujo a las Bahamas.
En 2020, se enfrentó al escrutinio por elegir una organización benéfica con vínculos con su familia para administrar un importante programa gubernamental.
Más recientemente, Trudeau enfrentó vientos en contra por el costo de vida y la inflación, los cuales han contribuido a sorpresas electorales de líderes en el cargo en todo el mundo.
Y, después de más de nueve años en el poder, es uno de los primeros ministros de Canadá con más años en el cargo, y hay una sensación general de fatiga y frustración con su gobierno.
Al final, la presión de sus propios parlamentarios, quienes durante las vacaciones dejaron claro que ya no apoyaban su liderazgo, hizo que permanecer en el cargo fuera casi imposible.
La salida de escena de Trudeau abre una etapa de incertidumbre en Canadá, que este año tendrá que decidir qué rumbo tomar en las elecciones federales.
Trudeau ha permanecido casi una década en el poder, un largo periodo en el que se ha distinguido en la escena mundial como defensor de la moderación y las políticas liberales en unos años en los que en otros países triunfaban candidatos de orientación derechista y línea dura, como Donald Trump en Estados Unidos.
Pero en los últimos años su popularidad había caído entre un sector de la población irritado por el aumento del costo de la vida y contraria a la política migratoria amable que el país ha mantenido durante años.
El descenso de la popularidad de Trudeau llevó a que sus críticos dentro y fuera de su partido le reclamaran que dejara paso a un nuevo líder.
El Partido Liberal deberá ahora elegir uno que tendrá la dificil misión de buscar la victoria en unas elecciones en las que, según las encuestas, los liberales parten con desventaja frente a la oposición conservadora.
Chrystia Freeland, ex viceprimera ministra; Mark Carney, expresidente del Banco Central; o la actual ministra de Transportes, Anita Anand, son algunos de los nombres que se manejan.