Marta Riumbau da la bienvenida a su primera hija, Julieta
Marta Riumbau ya es madre de su primera, Julieta, tal y como ha publicado en exclusiva el portal Bekia. La influencer ingresó el pasado domingo 3 de noviembre, después de cumplir las 42 semanas de gestación. Ella misma lo contaba a través de su cuenta de Instagram horas antes de irse al hospital sabiendo ya que daría a luz «el lunes o el martes».El pasado mes de mayo, Riumbau anunciaba también a través de su perfil de Instagram que estaba embarazada. Una noticia que llegaba dos meses después de que Diego Matamoros, el que fuera su pareja durante dos años y medio, hiciese pública la ruptura. Pero nada más arrancar el vídeo en el que daba detalles sobre su decisión de ser madre soltera, la propia influencer comunicaba que la decisión de hacerlo así la había tomado a comienzos de 2024. Por aquel entonces ya habían roto.En febrero cuando se le realizó la primera transferencia del embrión fecundado -con su óvulo y el esperma de un donante anónimo-: «Algún día me sentaré contigo y te lo explicaré todo. Te contaré que eres el bebé mas deseado del mundo, que no podía esperar más para conocerte y que somos tu y yo», narraba ella misma en varias imágenes de cómo había sido los primeros meses de gestación.Un tiempo después, Riumbau anunciaba que había roto con Diego Matamoros y por ello decidió ser madre soltera: «En enero de este año, me encontré con 36 años, sin pareja y sin hijos. Mi yo del pasado te hubiese dicho que ser madre soltera era un fracaso, no sabes las innumerables veces que me he dicho a mí misma: 'No merezco ser madre soltera, no lo seré'».La influencer también contó que intentó llevar el proceso en solitario y sin compartirlo con nadie, ni con su familia : «No tenía intención de decirles nada hasta las diez o doce semanas, porque no viven en Madrid, se iban a preocupar y quería darles la mejor noticia fuera de peligro». Pero, tuvo que hacerlo porque precisamente el embarazo no se desarrolló con la normalidad esperada: «A las seis o siete semanas tuve una amenaza de aborto y fueron casi dos meses sin poder salir de casa, sin poder hacer vida normal y sin poder moverme de la cama», por lo que necesitó de los suyos más que nunca: «He tenido apoyo y con quien hablar cuando lo he necesitado, pero ciertos aspectos me gusta gestionarlos por mi cuenta, soy muy independiente».