El Campamento Mystic, situado en el condado de Kerr, se ha convertido en el epicentro de la devastación tras las recientes inundaciones en Texas.
Este campamento, que albergaba a unas 750 niñas, fue severamente afectado cuando el rÃo Guadalupe se desbordó, causando daños sin precedentes.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, visitó la zona y declaró que el campamento quedó "devastado de una forma que no habÃa visto en ningún desastre natural".
La magnitud de la tragedia ha movilizado a las autoridades y ciudadanos en una búsqueda contrarreloj de decenas de desaparecidos.
La fuerza de la corriente fue tal que el agua alcanzó la parte superior de las cabañas, destrozando ventanas y dejando a su paso mantas, osos de peluche y otras pertenencias de las niñas recubiertas de barro.
La violencia del agua ha sido testimonio de la catástrofe, y las autoridades, junto con ciudadanos, están llevando a cabo una búsqueda contrarreloj de decenas de desaparecidos, incluyendo a 27 niñas de un grupo cristiano que acampaban a la orilla del rÃo Guadalupe. El gobernador Abbott ha reiterado su compromiso de "no parar hasta encontrar a todas las niñas".
La situación es crÃtica, ya que el rÃo Guadalupe experimentó un crecimiento dramático, aumentando aproximadamente ocho metros en tan solo 45 minutos.
Este aumento fue provocado por la caÃda de más de 300 milÃmetros de lluvia durante la noche, una cantidad que equivale a un tercio del promedio anual de precipitaciones en la zona.
La región donde ocurrió la tragedia, el sur y centro de Texas, es conocida como el "callejón de las inundaciones repentinas" debido a que el suelo carece de la capacidad para absorber grandes volúmenes de agua.
Un vecino de 61 años, Gerardo MartÃnez, describió la magnitud del agua, señalando que llegaba "hasta la copa de los árboles.
Unos 10 metros más o menos", y que "coches y casas enteras se iban rÃo abajo".
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha advertido sobre el riesgo de nuevos diluvios, pronosticando entre 50 y 100 milÃmetros adicionales de lluvia, con bolsones aislados de cerca de 250 milÃmetros en áreas donde el suelo ya está completamente saturado.
Esta advertencia mantiene a las autoridades en alerta máxima, mientras continúan los esfuerzos de rescate y recuperación en la zona afectada.
Trágicamente, el propietario y director del Campamento Mystic fue una de las vÃctimas mortales confirmadas de las inundaciones, según lo informado por el ayuntamiento de Kerrville, el municipio donde se localizaba el campamento.
Esta pérdida ha sido un golpe devastador para la comunidad, que se encuentra en duelo mientras enfrenta la magnitud de la tragedia.
Esta devastación en el Campamento Mystic forma parte de una catástrofe mayor en Texas, que hasta el momento ha causado más de 59 muertes.
El gobernador adjunto de Texas, Dan Patrick, lamentablemente prevé que esta cifra siga aumentando.
La comunidad internacional ha mostrado su apoyo, y el papa León XIV ha enviado sus condolencias a las familias de las vÃctimas y ha orado por ellas.
La situación en Texas es crÃtica, y las autoridades continúan trabajando incansablemente para mitigar los efectos de esta catástrofe natural.
La comunidad se ha unido en solidaridad, ofreciendo apoyo y recursos a los afectados, mientras se espera que las condiciones climáticas mejoren en los próximos dÃas.
Sigue al pendiente de la sección Mundo en Debate para más información internacional. .