La tragedia de los Roncaioli: de ganar millones en la lotería a …

No siempre ganar la lotería, bingo o raspadita es significado de salvarse en la vida, ya que muchos de los afortunados tuvieron un mal desenlace, como lo que le ocurrió a Ibi Roncaioli, quien se adjudicó un suculento pozo y acabó de mala manera.Es que a veces el dinero puede llegar a provocar muchos conflictos, que podrían derivar en una dolorosa ruptura en una pareja o en algunos casos de otra manera más trágica. Ejemplo de ello son varias parejas a las cuales, la fortuna económica les llegó gracias a la lotería, y que también el haber ganado un gran premio fue lo peor que pudo haberles pasado en la vida, ya que así como el dinero les llegó a manos llenas, el amor se esfumó rápidamente, desencadenando separaciones e incluso, cosas peores.Eso fue lo que le ocurrió a un matrimonio originario de Canadá, el cual pasó de las mayores alegrías al obtener un significativo premio de lotería a la peor de las desdichas marcada por un terrible crimen.Ibi Roncaioli era un mujer de origen húngaro pero que desde hacía muchos años vivía en aquel país y se había casado con un reconocido ginecólogo de nombre Joseph Roncaioli. En 1999, Ibi, quien era dueña de un salón de belleza, le cambió radicalmente la vida cuando junto con una amiga jugó a la lotería y ambas obtuvieron un premio equivalente a $10 millones de dólares.Lo primero que hizo este matrimonio con el dinero fue comprarse una gran mansión equipada con piscina y sauna. Cuatro años después, justo cuando la pareja tenía una cita con un corredor de bienes raíces para comprar una nueva casa, este llegó a la cita y descubrió a Ibi muerta y cuyo cuerpo tenía muchas marcas misteriosas de inyecciones en las piernas y pies. Las autoridades iniciaron una investigación sobre el caso y la autopsia arrojó que la mujer había muerto a causa de un cóctel de drogas que alguien intencionalmente le estuvo inyectando durante un largo tiempo. Así que el primer sospechoso del deceso de Ibi fue su esposo Joseph, ya que el día de la muerte de su mujer, se le vio en actitud sospechosa y completamente alcoholizado.En las investigaciones salió a la luz que tras haber ganado la lotería, la relación de esta pareja se vino a pique, pues ella se obsesionó con los juegos de azar y malgastó su premio y también la poca fortuna que habían amasado años atrás.También se supo que la víctima llevaba una doble vida, pues era adicta al alcohol y a las drogas y por si fuera poco, semanas antes de morir, el ginecólogo se enteró que su esposa había entregado $2 millones de su premio de lotería a un hijo que ella tuvo antes de casarse con él y cuya existencia desconocía por completo, y unos $800,000 a otro hijo que tuvo fuera del matrimonio con Joseph.Es por ello que la juez del caso, Jane Ferguson señaló a Joseph de haber asesinado premeditadamente a su esposa, lo cual pudo comprobarse cuando los exámenes toxicológicos realizados a la víctima, arrojaron que había estado siendo inyectada con varios tipos de sustancias desde hacía 6 meses antes de su muerte. Los fiscales del caso indicaron que el hombre lo hizo por la molestia que le provocó el que su esposa malgastara el dinero que en teoría, era para vivir tranquilamente en su jubilación. El doctor fue declarado culpable y sentenciado a pasar varios años en prisión. 

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