La Policía reconstruye los últimos minutos de Agostina Rubini y …
La joven argentina Agostina Rubini, desaparecida la madrugada del tres de octubre en Palma, se metió en un contenedor de basura tras salir de fiesta con sus amigos y terminó en el camión de recogida de residuos en Son Reus. La Policía Nacional busca sus restos entre más de 4.000 toneladas de basura en varias plantas de tratamiento. Los investigadores descartan por completo la intervención de terceras personas. Agostina Rubini quedó con sus amigos la noche del dos de octubre para tomar copas por el Paseo Marítimo de Palma. Según el seguimiento de las cámaras de seguridad y el relato de sus amigos y de varios testigos, poco antes de la doce de la noche la joven emprendió el camino hacia la cercana calle Andrea Doria donde se sitúa la parada del autobús que tenía que coger para regresar a su casa de Palmanova. Por el camino, paró en una tienda para comprar un paquete de patatas, según han confirmado los investigadores mediante los cargos de su tarjeta de crédito. Según la investigación policial, a las once y 57 minutos de la noche se le pierde la pista a través de las cámaras de seguridad de la zona. El autobús pasó a las doce y veinte minutos y Rubini no se subió a él. La policía cree que en esa ventana de tiempo la joven, que estaba bajo los efectos del alcohol, se metió en el contenedor a buscar algo y se quedó dentro al sentirse indispuesta. «La hipótesis que manejamos es que ella habría entrado al contenedor de forma voluntaria y se habría sentido indispuesta por la ingesta previa de bebidas alcohólicas. Hay una testigo que pasa de las 00.12 hasta las 00.20 sentada en un banco que está a dos metros de los contenedores. Cuando ve el bolso se acerca y lo llega a manipular. Se encuentra a escasos veinte centímetros del contenedor y no escucha absolutamente ningún ruido y nosotros creemos que es porque Agostina se encontraba dentro del contenedor privada de consciencia» ha señalado Ángel Ruiz, inspector jefe del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Baleares. El autobús pasó sin que la joven se subiera a él y a las doce y 27 minutos de la noche llegó el camión de la basura, que volcó todo lo que había dentro del contenedor. Ruiz afirma que han comprobado todas las cámaras de seguridad de la zona para descartar la intervención de terceras personas. «El indicio más potente que tenemos para pensar que entró de forma voluntaria al contenedor es que el bolso se encontraba posado a escasos centímetros del contenedor junto con la blusa. Descartamos intervención de una tercera persona porque se observa un tránsito totalmente normal de personas y vehículos en la zona, porque no hay un semáforo y no se observa ninguna parada de ningún vehículo al que hubiera podido forzar a Agostina a subir». La investigación ha permitido ratificar que la señal del teléfono móvil de la joven y el recorrido que hizo el camión de basura coinciden durante todo el recorrido. El teléfono dio señal hasta la una menos diez de la madrugada, cuando el camión ya había llegado a la planta de residuos de Son Reus. «Su última célula de conexión es la que irriga de cobertura exclusivamente el interior del tanque y la zona de vertido de residuos» ha señalado el inspector jefe. Desde el pasado fin de semana se tratan de encontrar los restos de Rubini en la planta de incineración, donde se acumulan más de 12.000 toneladas de residuos en un tanque con basuras que alcanzan los veinte metros de altura. En otro tanque aledaño se peinan 1.200 toneladas a los que se suman 209 toneladas de residuos que fueron trasladados a la planta de Santa Margalida. Un trabajo que se hace con maquinaria especializada y también a mano. A pesar de que desde la desaparición de la joven hasta que se localizó la señal de su teléfono en la planta se han quemado toneladas de basura, los investigadores esperan encontrar restos de la joven. Ya han hallado huesos, aunque están pendientes de la pruebas que determinen si son humanos. El jefe del grupo de Homicidios ha descartado que nadie pueda sobrevivir en un camión de basura de los que utiliza Emaya, dado que prensan la basura nada más descargarla del contenedor.