Todos creían que su gobierno iba a caer, pero Netanyahu se vuelve a fortalecer con la nueva escalada
WASHINGTON.- En los días y semanas que siguieron al ataque del 7 de octubre, el consenso de los expertos dentro y fuera de Israel parecía ser que los días políticos del primer ministro Benjamin Netanyahu estaban contados. El líder, en el poder durante mucho tiempo, había encabezado el colosal fracaso de seguridad que precedió a la masacre de Hamas en el sur de Israel, marcando el día más sangriento en la historia del pueblo judío desde el Holocausto. Sus índices de aprobación, ya bajos después de meses de payasadas polarizadoras de su coalición de extrema derecha, se desplomaron. Sus rivales parecían dispuestos a derrocarlo en el momento en que terminaran las hostilidades.