Sin avances. Desde la última marcha universitaria a hoy, se firmaron solo tres nuevos convenios de control y no hubo auditoríasPor Camila Dolabjian
La primera marcha universitaria federal, el 3 de abril pasado, generó un efecto inusual en el Gobierno. En vez de redoblar las apuestas, la bajada de línea fue “pacificar” las relaciones con las casas de altos estudios y sus rectores. También con los radicales, especialmente el sector de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, con quienes Santiago Caputo, asesor de Javier Milei, negoció algunas iniciativas. La decisión política, tras el impacto de la movilización de abril, fue negociar fondos y tratar de que accedan a auditarse voluntariamente.