ROMA.- Aunque el domingo pasado, al final de la Misa de Ramos, apareció en relativo mejor estado, sin asistencia de oxígeno, mejor voz y más delgado, el papa Francisco, siguiendo la prescripción de sus médicos de “al menos dos meses de reposo y convalecencia” después de más de cinco semanas de internación, decidió que otros cardenales lo reemplacen en los primeros ritos de la Semana Santa.
Pero, aunque en el Vaticano prefieren no hacer previsiones, todo el mundo espera su presencia para el domingo de Pascuas y demás momentos simbólicos de estos días..