La inflación de septiembre marcó un 3,5% y un 209% interanual, según publicó el Indec ayer.
El número ya puesto no altera por el momento una mirada por lo general positiva de la continuidad del proceso de desinflación en el corto plazo, en base a las opiniones de analistas, mediciones de consultoras privadas y escenarios cargados en los precios de los activos del mercado.
La convicción generalizada parece ser que aunque en estos niveles los recortes en el dato mensual de inflación pasan a ser de menores dimensiones, el camino sigue siendo hacia abajo.
Sin salida del cepo cambiario a la vista que pueda agregar incertidumbre al futuro del tipo de cambio y las divisas financieras sufriendo retroceso tras retroceso en términos nominales, los ánimos se mantienen optimistas..