Los inversores argentinos navegan en aguas turbulentas por el fuerte cambio de orientación del gobierno de EEUU que obliga a las consultoras locales a recalcular el impacto negativo y el positivo de los aranceles de Donald Trump y por la incógnita que existe sobre un acuerdo con el FMI que va desdibujando su imagen de solucionador de los problemas de la deuda externa..