Tobías y Juanfer estaban con los ojos llenos de lágrimas.
Esperaron más de siete meses para poder conocer a Cristiano, su hermanito.
Deseaban en silencio acariciar sus manos y dejarlo que les apretara los dedos.
Carla Giani, la mamá, y Javier Traverso, el papá, no pudieron contener las lágrimas por estar, por fin, otra vez en casa y junto a sus tres hijos.
La misma emoción vivieron los abuelos de los chicos.
Carlos por fin pudo alzar a su nieto por primera vez y se quebró al ver la felicidad de Liliana, su esposa, mientras cargaba en brazos al niño.
La mujer lucha contra un cáncer y saber que el pequeño seguía internado la devastó.
Pero ahora, se recupera para poder cuidarlo..