La historia de la primera jubilación de privilegio: el beneficiario la rechazó porque consideraba inmoral cobrarle al puebloElpidio González había sido vicepresidente, ministro, legislador y vivía un presente de miseria: se había convertido en vendedor de anilinas. Por su situación, se creó la jubilación de privilegio, que no quiso cobrar porque decía que le había hecho un servicio al país
En la miserable pensión donde vivía, y que pronto caería bajo la picota para darle paso a la avenida 9 de Julio, era todo alegría. “¡Don Elpidio! ¡Dos mil pesos! ¡Ya tiene su jubilación de vicepresidente!”, festejaban los inquilinos. La respuesta del anciano, que no tenía dónde caerse muerto, los descolocó. “No, yo no puedo aceptar eso. No, no…”