En abril de 1961, un avión que transportaba a una parte del equipo de fútbol chileno Green Cross se estrelló en la cordillera de Linares, en el sur de Chile.
A bordo viajaban 24 personas, entre ellas jugadores, cuerpo técnico y dirigentes del club, quienes regresaban a Santiago tras disputar un partido en Osorno.
Durante cinco décadas, la tragedia quedó envuelta en el misterio: pese a las búsquedas, jamás se pudo encontrar el paradero exacto de la aeronave..