Desde que comenzó la gestión del actual Gobierno, el tipo de cambio nominal se ha comportado con una trayectoria temporal en forma de “M” no simétrica.
La segunda pata de la “M” asimétrica es el downshooting del tipo de cambio nominal que acontece en agosto/diciembre, que es más fuerte y extendido en el tiempo que el downshooting que tuvo lugar entre enero y abril pasados, y que posteriormente fue seguido por la suba del libre, CCL y MEP que treparon redondeando de $1.000 a $1.500.
Ante este escenario en el cual la baja del tipo de cambio se prolonga en el tiempo, muchos agentes económicos tienden a pensar que el actual downshooting del tipo de cambio tiene cimientos muchos más sólidos que al anterior downshooting y, en consecuencia, muchos de ellos tienden a pensar que la actual situación cambiaria podría prolongarse en forma permanente a lo largo de todo este mandato.