El nuevo auge de las mulas ingestadas con cocaína en el norte argentinoLa modalidad más cruel del transporte de droga se había detenido en las provincias de Salta y Jujuy. Ahora, según fuentes oficiales, la frontera con Bolivia promedia tres casos por semana
Las mulas con cocaína en sus estómagos son, históricamente, las víctimas del lado más cruel del negocio narco en la Argentina. Captadas por las organizaciones para llevar la droga en su interior, llamadas “capsuleras” en la jerga, corren el riesgo de que la droga envuelta en preservativos explote en su interior para causarles la muerte. Las “capsuleras”, usualmente mujeres pobres, son propias del tráfico aéreo, con envíos hacia Europa o Tierra del Fuego. Solían verse en los controles en el norte argentino, hasta que se convirtieron en una rareza, en una zona donde los dobles fondos en vehículos con decenas de kilos son una escena común hace casi una década. La capacidad de transporte de una “capsulera”, desde ya, es mucho menor. Por lo menos, en la frontera con Bolivia, llevar droga en el estómago ya no era negocio.