Más de 35.000 personas que invadieron al Gigante de Alberdi fueron testigos del espectáculo conmovedor que animaron los hinchas cuando los protagonistas salieron a la cancha.
Se estima que unas diez toneladas de papelitos decoraron el show, junto a la pirotecnia, los telones que bajaron de las tribunas y el humo celeste que obligó a los jugadores a disputar un clásico cargado de emociones.