El caso Kueider termina mostrando disputas de poder y desviste la imagen de una sanción política a la corrupciónLas conveniencias de cada sector marcaron el debate y la decisión de expulsar del Senado al legislador entrerriano. El kirchnerismo buscó explotar el escándalo y sumar una banca. El oficialismo expuso otro capítulo de la interna entre el Presidente y la vice
La expulsión de Edgardo Kueider fue contundente en los números -60 votos para dejarlo sin banca, 6 en contra y una abstención- y a pesar de las dudas sobre el respeto a todos los pasos de rigor, el Senado ensayó la imagen de una sanción política a la corrupción. Era evidente el cálculo previo y las conveniencias antes que las convicciones, pero lo que ocurrió en el recinto y también después terminó de desvestir cualquier pretensión de mostrar una mínima sintonía con la sociedad, otra vez frente a casos obscenos de dólares en valijas, bolsos o mochilas.