Título de Clarín - 01/12/2024 01:01:23

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Botafogo campeón de la Copa Libertadores: se llevó una final que …

Imposible no pensar en River en sus hinchas y en Marcelo Gallardo cuando los jugadores de Botafogo salieron disparados para cualquier lado en el instante exacto en el que Júnior Santos marcó el 3-1 para derrotar a Atlético Mineiro y para consagrarse por primera vez en la historia como campeones de la Copa Libertadores en el Monumental. La sensación es inequívoca: River debió estar en esta final mucho más si se repasa que el Galo ganó apenas uno de los últimos 14 juegos (justamente el 3-0 ante los de Núñez en Belo Horizonte) y que jugó los 90 minutos con superioridad numérica por la expulsión de Gregore a los 35 segundos de iniciado el duelo. ¿Cómo hizo River para no competir contra este apático Mineiro de Gabriel Milito quien posiblemente no siga en su cargo? ¿Cuánto tiempo se seguirán lamentando los hinchas por esta oportunidad perdida?Fue heroico lo de Botafogo que inició su camino en esta Libertadores en la Fase 2. Es al cabo un enorme campeón porque fue el que mejor jugó. Y el que más fuego interno tuvo. De otra manera no se explica la memorable actuación en el Monumental con un futbolista menos todo el partido. Y hay argentinos en la victoria claro. Se escuchará otro lamento millonario al recordar que Alexander Barboza una de las grandes figuras de la tarde fue desechado años atrás. También apareció la jerarquía del campeón del mundo Thiago Almada: la puso abajo del suela para edificar el primer festejo del Fogao.Los pequeños detalles son los que definen los partidos grandes y esta vez ocurrió tal vez la peculiaridad más sorprendente en la historia de esta competencia que conmueve a personalidades como Novak Djokovic el encargado del llevar el trofeo en la previa. Y es que la expulsión de los 35 segundos de Gregore por un planchazo a Fausto Vera complicó más los planes de Atlético Mineiro que los de Botafogo el que se quedó con uno menos. Explotó la tribuna de los oriundos de Belo Horizonte cuando Facundo Tello elevó al aire la tarjeta roja. Los de Río de Janeiro se agarraron la cabeza como no entendiendo lo que estaba pasando. O tal vez se lamentaron los casi 2.000 kilómetros que hicieron para llegar a Buenos Aires. Ante sus ojos vieron como se produjo la expulsión más tempranera en un final de Libertadores; el escenario era el peor.Pero Botafogo se acomodó mejor y Mineiro no tuvo plan B. Es probable que Gabriel Milito se reproche a lo largo de su carrera de entrenador cómo no movió las fichas al instante. El 3-4-3 le quedó incómodo para perforar al replegado 4-4-1 del Fogao. Rápido en el duelo le sobró una pieza defensiva al Galo. ¿Qué debió hacer el Mariscal? Una idea de varias: plantar cuatro defensores con los laterales bien altos subir al mediocampo a Rodrigo Battaglia y liberar a Paulinho y a Scarpa.Así Mineiro manejó la pelota pero no pudo sacar provecho de la superioridad numérica. Casi no inquietó el arco defendido por John más allá de un par de remares lejanos y potentes de Hulk.Conviene otorgar un mérito grande al técnico portugués Artur Jorge que mantuvo a sus cuatro delanteros estrella en la cancha. Para la permanencia de todos los ofensivos fue vital la entrega de los mismos que corrieron como si fuesen volantes defensivos. El venezolano Savarino se paró de volante mixto y Almada y Luiz Henrique dieron una mano enorme por las bandas. Justamente Henrique anotó el primero y fabricó el penal para el segundo de Alex Telles.Todos los cambios que no se animó a hacer Milito durante el primer tiempo los hizo en el entretiempo para renovar el equipo. Y lo logró porque a los 2 minutos el chileno Eduardo Vargas anotó de cabeza para el descuento. ¿Qué hizo el DT? Armó un 4-2-4 con dos delanteros de área y con dos laterales bien subidos. Y con eso estuvo muy cerca de empatar.Pero John atajó mucho y bien y Barboza fue una fiera en el fondo. El ex Defensa y Justicia chocó dos veces contra el temible Hulk y en ambas quedó de pie. El zaguero recién sobre el final se mostró cansado y Vargas tuvo dos situaciones clarísimas para igualar el partido. En la segundo cuando mandó un mano a mano por arriba del travesaño Milito cayó de rodillas al piso. La imagen lo decía todo.Al duelo le quedó tiempo para el 3-1 de Júnior Santos para el respetuoso saludo entre Almada y Milito y para el delirio de todo Botafogo un justo campeón de América.

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