No está Lionel Messi ni Lautaro Martínez los dos máximos goleadores en el glorioso ciclo de Lionel Scaloni pero la Selección Argentina tiene a Julián Álvarez una de los futbolistas de mejor actualidad en el mundo.
El delantero de Atlético de Madrid venía de convertirle en el clásico a Real Madrid por los octavos de final de la UEFA Champions League ni más ni menos y ahora convirtió en el Superclásico ante Brasil por la Eliminatoria Sudamericana.
En el arco de la avenida Figueroa Alcorta del Monumental aquel en el que Mario Alberto Kempes abrió el marcador de la final del Mundial 78' ante Holanda Álvarez marcó un gol que hizo acordar a aquel tanto del Matador.
Tras un pase cruzado de Rodrigo De Paul para Nicolás Tagliafico un posterior pase del lateral izquierdo para Thiago Almada y la asistencia de Almada Julián trabó contra su marcador y definió tocando justo antes del achique del arquero.
Iban tres minutos de juego y luego a los 12' llegó el segundo obra de Enzo Fernández y otra vez tras una larga secuencia de pases previa.
Fueron 33 toques.
Y 2-0.
Se trató además de un récord negativo para Brasil: nunca antes le habían metido dos goles en tan poco tiempo en un partido por Eliminatorias.
La anterior había sido también mérito de la Argentina en el 3-1 de 2005 también en el Monumental con dos gritos -de Hernán Crespo y Juan Román Riquelme- en 18 minutos.
Argentina se floreaba ante Brasil y Cuti Romero excedido de confianza demoró en salir jugando y Matheus Cunha se la robó condujo con la pelota forcejeando contra el defensor argentino y definió abajo inatajable para Dibu Martínez.
A partir de allí se vieron los mejores minutos de la Verdeamarela mientras que la Albiceleste pareció sentir el impacto del descuento.
Sin embargo en una genial conexión entre Enzo Fernández y Alexis Mac Allister llegó el 3-1.
Un pase pinchado del mediocampista del Chelsea lo encontró picando al espacio al del Liverpool que se anticipó a la salida del arquero y definió con sutileza para que estalle el Monumental.
Ya en el segundo tiempo y con el partido bajo control la Argentina estiró distancias con un zapatazo fenomenal de Giuliano Simeone que había entrado hacía un ratito por un excelso Thiago Almada.
La jugada comenzó con pase notable de De Paul para Tagliafico.
El ex Banfield tiró un centro bajo pero la pelota le quedó atrás a Julián.
Parecía que el peligro se diluía pero entonces apareció el hijo del Cholo para clavar un derechazo furibundo que no le dio chances a Bento.
Es la primera vez que un equipo le convierte cuatro goles a Brasil en un partido por Eliminatorias.
Y para encontrar un 4-1 en el Clásico de las Américas hay que retroceder hasta 1959 cuando la Albiceleste se impuso ante el reciente campeón del mundo por ese score en el Sudamericano de Guayaquil.