Barack y Michelle Obama se tomaron el protagonismo este martes en la convención republicana. El exmandatario pidió a Estados Unidos que abra un "nuevo capítulo" para llevar a la vicepresidenta y aspirante demócrata Kamala Harris a la Casa Blanca y dejar atrás la oscuridad de la era de Donald Trump. (Puede leer: El caso del ejecutivo venezolano que se declaró culpable de violar sanciones de Estados Unidos: participó en plan para darle equipos de aviación al régimen de Nicolás Maduro) Obama, hijo adoptivo de la ciudad de Chicago, fue recibido con una estruendosa ovación en el estadio United Center donde se celebra la Convención Nacional Demócrata, que este jueves escuchará a Harris dar el discurso en el que aceptará formalmente la nominación presidencial del partido. "¡Sí, se puede!", gritaba el público cuando Obama se subió al escenario, replicando el lema y la energía que le catapultó a la Casa Blanca en 2008. El expresidente les correspondió afirmando que se sentía "esperanzado" con estas elecciones, en alusión al lema de "esperanza" y "cambio" de su propia campaña presidencial. (Puede leer: Estas son las 'armas secretas' de Kamala Harris para ganarle a Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos) Obama atacó con dureza a Trump, describiéndole como un multimillonario egoísta y bravucón, que solo ve el "poder como un medio para conseguir sus fines", y que recurre a "apodos infantiles" y "teorías conspirativas locas" para combatir su mayor "miedo", que dijo es perder ante Harris en las elecciones de noviembre. En un tono más enérgico que en otras ocasiones, Obama recurrió incluso al ataque personal y, con tono burlón, dijo que Trump tiene una "extraña obsesión con el tamaño de las multitudes", lo que provocó automáticamente el regocijo del público que estalló en aplausos. La propia campaña de Harris ha utilizado el término "extraño" para atacar a Trump y a su compañero de fórmula, el senador J.D. Vance. (Puede leer: Habla el empresario español Xavier Vendrell, cercano al presidente Gustavo Petro y señalado de 'amasar una fortuna en Colombia') "No necesitamos cuatro años más de fanfarronería y caos. Hemos visto esa película y sabemos que la segunda parte siempre es peor. Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo. Estados Unidos está listo para una historia mejor. ¡Estamos listos para una presidenta Kamala Harris!", clamó. Obama procedió a describir el Estados Unidos que quiere crear Kamala Harris como uno de "libertad" y "oportunidades" para todos los estadounidenses, sin importar su clase social ni el color de su piel. "Creo que eso es lo que anhelamos, un regreso a Estados Unidos donde trabajemos juntos y nos cuidemos unos a otros", afirmó Obama, quien en algunos momentos adoptó un tono más reflexivo y emocionó a las miles de personas que le escuchaban embelesadas en el estadio. Con una prosa certera, se refirió al momento actual que vive la sociedad estadounidense y la cultura que ha permitido la llegada de Trump al poder. "Una cultura que valora las cosas que no son duraderas: dinero, fama, estatus, likes. Perseguimos la aprobación de extraños en nuestros teléfonos. Construimos todo tipo de muros y vallas a nuestro alrededor y luego nos preguntamos por qué nos sentimos tan solos y no nos fiamos los unos de los otros", reflexionó. La exprimera dama de EE. UU. Michelle Obama electrizó este martes el estadio donde se celebra la Convención Nacional Demócrata con ataques al expresidente y candidato republicano, y un espaldarazo a Kamala Harris, a quien describió como heredera de la "esperanza". Michelle Obama agradeció los aplausos y afirmó que había algo "maravillosamente mágico en el aire", no solo en el estadio, sino en todo el país, un "sentimiento familiar que había estado enterrado por demasiado tiempo". "¿Saben de lo que estoy hablando, verdad? Es la anticipación, la energía, la emoción de estar de nuevo al borde de un día más brillante", afirmó Harris, quien enseguida clamó despertando la ovación del público: "¡Estados Unidos, la esperanza está haciendo un regreso!" De esa forma, la exprimera dama aludió al lema de "esperanza" que llevó a su marido, Barack Obama, a la Casa Blanca en 2008 y trazó un paralelismo con la historia personal de Harris, quien, como la propia Michelle Obama, idolatraba a su madre y tuvo que guardar luto por su muerte. Michelle Obama, con un discurso contundente contra Trump, a quien no nombró, emocionó a los miles de asistentes, más aún que el discurso del presidente de EE. UU., Joe Biden, en el primer día de la convención el lunes. La carismática exprimera dama cargó contra la "limitada y estrecha" visión del mundo de Trump, afirmando que se sintió amenazado por la presencia de una familia afroamericana en la Casa Blanca y consideró que en esta campaña ha vuelto a las mismas "feas, misóginas y racistas mentiras". De esa forma, pidió a los asistentes que acudan en masa a las urnas en noviembre para elegir a la que podría ser la primera mujer afroamericana y la primera persona de origen indio en llegar a la Casa Blanca.