En los últimos cinco años, las billeteras digitales asumieron un rol cada vez más relevante en el ecosistema de pagos argentino. Con la introducción de innovaciones como los códigos QR, facilidad para la apertura de cuentas y herramientas para generar intereses diariamente con los fondos comunes de inversión money market en un contexto de alta inflación, ganaron terreno y hoy intervienen en la mitad de los pagos electrónicos que se hacen en el país. En ese escenario de creciente disputa, los bancos tradicionales advierten que este crecimiento también fue impulsado por las asimetrías regulatorias y tributarias, y dieron cinco planteos que, en su visión, mejorarían las reglas del sector y permitirían evitar un “riesgo sistémico”.