Cumplía años y una amiga le regaló una camisa celeste para que la luciera esa noche en su festejo. Pero cuando se la probó, le quedaba chica. Agostina Bisio, que en ese momento vivía en Villa del Parque, estaba casada y aún no tenía hijos, pasó todo el día recorriendo locales hasta que finalmente encontró la misma camisa dos talles más grande: XXL. “No podía creer que me había pasado el día de mi cumpleaños perdiendo el tiempo así”, relata Agostina que vivió 30 años con sobrepeso.