Chelsea, uno de los clubes más poderosos de Inglaterra, está en crisis. Ubicado en el undécimo puesto de la Premier League, a veinte puntos del líder, Liverpool (51 contra 31), el conjunto londinense es un polvorín. Dos derrotas en cuatro días y ocho goles recibidos (4-2 vs. Wolves y 4-1 vs. Liverpool) colmaron la paciencia de los hinchas con Mauricio Pochettino. Pero ahora, al entrenador se le habría abierto otro foco de conflicto, incluso, mucho más severo con miras a su continuidad.