La llegada de un gato a una nueva casa causa cierto revuelo entre los integrantes de una familia. A la espera de ver cómo reaccionará el animal ante un nuevo espacio, una familia canadiense compuesta por Kristine Seguin y su hija Amelie, de 10 años, le dieron la bienvenida a un felino llamado Axel, el cual adoptaron con la información de que pesaba 19 libras, el equivalente, aproximado a 9 kilos.