CÓRDOBA.- El horror del crimen de Aralí Vivas, la nena de 8 años asesinada por su padrastro el viernes pasado en la pequeña localidad de Brinkmann, esconde una trama aún más oscura. LA NACION ya adelantó algunos de esos aspectos, pero ahora el propio fiscal de la causa reveló que uno de los detenidos dijo que “era costumbre que abusaran de ella”.