En la madrugada del martes, la Policía de Santa Fe descubrió en la calle Esmeralda al 3900 en el barrio Tablada el cuerpo de un joven que había sido maniatado y vendado en los ojos. Lo habían acribillado a tiros, con nueve vainas servidas a su alrededor. La casa frente a la cual estaba también había sido baleada en su frente. Poco después, la fiscal de Homicidios Georgina Pairola llegó a la escena del crimen. Los investigadores de la Unidad Regional II le entregaron una misteriosa nota hallada en la ropa de la víctima.