“Nunca fui de tener amigos. Con el río me bastaba”, dice la narradora de uno de los cuentos de La hora de las ratas, de la argentina Agustina Zabaljáuregui, editado por Notanpuan. En su primer libro, la guionista, periodista y tallerista porteña pone en tensión los límites entre lo humano y lo salvaje con un tropel de mujeres-rata, niños-cuervo y personas-perro que deambulan en estas historias repletas de extrañezas, abismos y oscuridades.